NOMBRES DESEQUILIBRADOS

Posted by Le Guamps | Posted in , , | Posted on 14:05


Recientemente, en medio del caos generado por la víspera del regreso a clases y la desesperada compra de los libros escolares, se me ocurrió dar una vuelta por la librería para curiosear un poco y ver si encontraba algo que pudiera interesarme, asunto que de entrada planteaba un problema de movilidad por los pasillos estrechos del lugar, lo que se convirtió en un continuo esquivar de niños y padres de familia desquiciados. Después de varios intentos por encontrar un espacio en el que me pudiera establecer, finalmente encontré un pasillo más o menos accesible, me acomodé frente a un estante y comencé a revisar algunos de los títulos que estaban ahí.

No había pasado mucho tiempo cuando de repente llegó hasta mis oídos un agudo y horrible alarido lanzado justo en la dirección donde me encontraba. ¡Brrrrayan Alejandroooooo, te vas a caerrrrrrrrrrr! De inmediato giré para inspeccionar la situación y determinar si de casualidad yo estaba involucrado, entonces descubrí que se trataba de una señora con la complexión física de una soprano, lo que francamente me preocupó al ver como se arrancaba con toda su humanidad hacia mí. Me impresionó cómo en un salto recorrió el metro y medio que me separaba de ella y entonces comprendí que su intención era rescatar a su hijo, un demonio de unos cinco años, que había trepado por el estante que tenía detrás.

Una vez que la soprano salvó al pequeño demonio de la inminente caída me detuve a pensar en tres puntos que me llamaron particularmente la atención. Uno. La forma como la madre pronunció el nombre del niño, es decir, no fue el sonido de un nombre anglosajón como “Brian”, sino una burda reproducción onomatopéyica que llegó hasta mis oídos como “Brayan”, en donde la “b”, la “r” y la “y” son las piezas claves en la tropicalización del nombre.

Dos. Después de escuchar el “Brayan” como “Brayan” y no como “Brian” fue inevitable hacer una discreta inspección ocular del dueño del nombre solamente por el puro morbo de conocer a la víctima. Al respecto solamente puedo decir que el resultado del análisis equivaldría a acompañar un mole poblano de guajolote con un vino tinto.

Tres. Al parecer, la combinación de dos nombres es una solución más que un acto de amor al momento de elegir un apelativo, acción que parece obedecer a cuestiones de orden diplomático en la prevención de conflictos familiares. En el caso que ocupa estas líneas, la invocación del “Brayan Alejandro” produce una extraña disonancia, según yo, al no respetar el estricto orden impuesto por el propio abecedario (nótese que la “B” está antes de la “A”) y tomo como ejemplo el caso de nombres como José Luis, Luz María y Juan Manuel, en los que ese orden se respeta y nos da como resultado nombres con mayor compatibilidad y entonación.

Sin embargo, debo admitir que mi teoría no aplica a los casos de Juan Carlos y Roberto Carlos, por lo que queda al descubierto el hecho de estar buscando un pretexto para condenar a los padres del pequeño Brayan Alejandro por haberle puesto esos nombres, haciéndolo víctima potencial del bullying un vez que esté listo para entrar al colegio.

Confieso que este asunto de la disonancia y extensión de los nombres me ha llevado a emprender la ociosa tarea de buscar otros ejemplos. El resultado me sorprendió al descubrir que tres de los nombres más largos y fuera de tono son de personajes muy conocidos. En primer lugar está el pintor español Salvador Dalí, cuyo nombre completo era Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech. El segundo es el extraordinario actor y comediante mexicano conocido como Tin Tan, que en vida llevó el nombre de Germán Genaro Cipriano Gómez Valdés Castillo. El siguiente en turno es el compositor conocido como el Flaco de Oro a quien tras un breve respiro podemos nombrar como Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso Rojas Canela del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino.

Solamente para continuar con la morbidez de esta entrega y completar de paso un párrafo más, incluyo uno de los nombres más largos y disonantes que existen en el archivo del Registro Civil de la Ciudad de México. En este caso se trata de una mujer nacida en el año de 1914 y que llevó el nombre de María de la Asunción Luisa Gonzaga Guadalupe Refugio Luz Loreto Salud Altagracia Carmen Matilde Josefa Ignacia Francisca Solano Vicenta Fearrer Antonia Ramona Agustina Carlota Inocencia Federica Gabriela de los Dolores de los Sagrados Corazones de Jesús y de María Saldivar y Saldivar.

Teniendo estos ejemplos como base, finalmente puedo enfilarme al cierre de este post, no sin antes ofrecer una disculpa pública al pequeño Brayan Alejandro por haberlo hecho partícipe de esta canalla entrega. Después de todo he comprendido que con el nombre que sea ese pequeño, como cualquier otro, tiene el derecho de hacer de su vida lo que le venga en gana, ya sea hacer una película, pintar un cuadro o componer canciones, mientras tanto y en lo que su momento llega yo prefiero llamarlo simplemente Alejandro.

ESCÚCHESE CON: LA POLKA DE BRIAN BY LOS ESQUIZITOS

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