EDUCAR CON LA MÚSICA

Posted by Le Guamps | Posted in , , , , , , , | Posted on 18:32


Siempre quise ser estrella de rock. Desde pequeño mostraba curiosidad por las colecciones de discos de mis tíos y de vez en cuando tomaba a escondidas un acetato que durante toda una semana escuchaba hasta el cansancio para memorizar cada letra, cada riff, cada redoble y hasta el tiempo existente entre uno y otro track del disco.

Miraba con detalle las portadas de los discos y trataba de entender el significado de un prisma atravesado por un rayo de luz que se descomponía en múltiples colores, o bien la naturaleza de un grupo de freaks cirqueros bailoteando en una sombría calle y que efectivamente, de acuerdo con el título del disco de The Doors, sugería el desarrollo de un día extraño en aquella escena.

Ese mismo proceso de sesiones semanales se extendió hasta la colección de discos de los hermanos de un compañero de escuela (aclaro que de ahí no hurté nada). Las tardes en su casa eran pláticas interminables sobre música y lecturas de ejemplares de la revista Banda Rockera y demás fanzines que mi compañero conseguía no sé de donde porque hasta ese momento todavía no emprendíamos los recorridos sabatinos a Santa María La Ribera.

Cuando descubrí el Construction Time Again y el A Broken Frame de Depeche Mode yo estaba vuelto loco por el sonido de los sintetizadores Emulator y me parece que esto influyó de manera importante para que mis padres decidieran inscribirme en una academia particular de música.

Durante más de dos años asistí a cada una de mis clases, en donde adquirí los conocimientos necesarios para comprender la notación musical, la lectura de partituras y la ejecución de piezas sencillas, que en su mayoría eran parte de un repertorio de música tradicional mexicana y sudamericana.

Recuerdo que cada clase era tediosa y la tutoría del profesor era mediocre. Su método de enseñanza era limitado y consistía en mostrarme como ejecutaba la pieza en turno, preguntarme si tenía alguna duda y dejarme solo en el salón para que en los próximos treinta minutos me las arreglara para reproducir la partitura y cinco minutos antes de la hora regresara para supervisar algún avance. No me sentía motivado y el repertorio era como para formar al próximo Juan Torres y su Órgano Melódico.

Ahora veo que en aquel momento el intento de mis padres por integrarme al mundo de la música no fue del todo funcional. También pienso que todo pudo ser distinto si mi profesor hubiera sido como Jack Black en School of Rock. Sí, ya sé, School of Rock es una película, pero, a pesar de ello y de no ser pedagogo, no deja de parecerme interesante la idea de que un niño se pudiera formar como músico a través de un método didáctico y más divertido que retome las piezas más emblemáticas de cada género para despertar un interés auténtico por la música.

Esto me recuerda la escena en que Jack Black ha descubierto el talento de cada uno de sus alumnos y les da como tarea una dosis de discos clásicos y poderosísimos para lograr inspirarlos y meterlos al buen camino. En esa escena, los discos recetados son de Blondie, Yes, Rush, Jimi Hendrix y Pink Floyd.

Me viene a la mente un momento radial bastante curioso en la extinta Radioactivo 98.5, en el que durante un turno en vivo pedían al público cantar al aire una canción de Kiss y ganar unas entradas para el concierto de la gira Psycho Circus. El ganador de los boletos fue un tipo que decía ser profesor de inglés en una escuela y tuvo a bien enseñarle a su grupo de kinder Rock and Roll All Night que cantaron a todo pulmón a través de la línea telefónica.

Con el desarrollo y crecimiento de Internet, el acceso a la música y a su historia se ha simplificado, de tal forma que el préstamo, el intercambio de discos y la lectura de fanzines de tiraje limitado son cosa del pasado y sólo basta una referencia para localizar canciones, artistas y discos que durante el proceso de búsqueda se entrelazan y dan como resultado nuevas referencias.

El acceso a la información está a unos clicks de distancia. Los gustos musicales se diversifican, los canales de comunicación se multiplican y las nuevas generaciones no se conforman con escuchar y conocer, también quieren interpretar y lo hacen retomando los clásicos como reconociendo la calidad de las obras manufacturadas por la vieja escuela.

Niños y adolescentes autodidactas y con habilidades musicales que se graban en video mientras tocan un instrumento sobre la pista original de una canción, que en muchos de los casos se trata de piezas clásicas del rock y que de alguna forma les han de representar un reto, asunto que me parece un verdadero acto de inteligencia y mucho valor.

Actualmente, en la era del reggaeton y los bombardeos mediáticos, la música puede ser un buen instrumento para generar verdaderas experiencias de vida a través de diferentes etapas del desarrollo, no por nada se habla del llamado efecto Mozart y su repercusión incluso desde el vientre materno.

El entorno familiar y los sistemas educativos tradicionales juegan un papel importante en la transmisión del conocimiento y en la enseñanza de los valores universales fundamentales. En este proceso de enseñanza-aprendizaje, la observación de los pequeños aprendices es importante para detectar habilidades y aptitudes para las artes. En el caso de la música existen materiales de sobra para inducir y fomentar el interés por la escucha de obras de cualquier género de manera lúdica y creativa desde casa.

Algunos ejemplos de esos materiales van desde las versiones de cuna de la colección Rockabye Baby, que ofrece un repertorio de clásicos de The Cure, Pink Floyd y Bob Marley, entre otros; la versión fílmica de Yellow Submarine de los Beatles; los experimentos en jazz de la cantante islandesa Björk en el álbum Glin-Gló; hasta la colección completa del compositor francés Claude Bolling, un verdadero festín dos en uno que integra de manera extraordinaria música clásica y jazz bajo un mismo concepto.

Se trata de educar con la música y simultáneamente fomentar un acercamiento a las letras, de enseñar que detrás de cada letra está la historia de vida de un autor, anécdotas de una época determinada y que través de ellas se puede crear una conexión o empatía emocional, pero sobre todo de que la vida con música es más liviana y hace de las personas mejores seres humanos.


ESCÚCHESE CON: I LOVE ROCK N´ROLL BY JOAN JETT

Comments (0)

Publicar un comentario