UNA OFRENDA PARA RITA

Posted by Le Guamps | Posted in , , , , , , , , | Posted on 12:41


Hoy se celebra en México el tradicional Día de Muertos que consiste básicamente en hacer un homenaje y remembranza de todos aquellos que se han adelantado en el viaje. En este caso, no quisiera que pasara desapercibido un justo y pequeño tributo a una de las mujeres rockeras y pieza fundamental de una parte de la historia musical y la difusión cultural en este país. Se trata de Rita Guerrero, ex front woman y vocalista de Santa Sabina (entre muchas otras cosas), quien falleció el pasado 11 de marzo a causa del cáncer de mama.

La importancia y el respeto que guardo especialmente por el nombre de Rita viene principalmente a partir del momento que que escuché el primer disco de Santa Sabina y de asistir con frecuencia a los conciertos de la banda en donde poco a poco descubrí que el concepto escénico y musical del grupo estaba muy por encima de lo que hasta entonces había visto y escuchado en vivo.

Un escenario oscuro, flores enredadas en los atriles de los instrumentos y los micrófonos, músicos muy serios al momento de tocar, letras surrealistas y Rita Guerrero al frente, caracterizada de vampiresa y en otras ocasiones vistiendo ropa de corte como de los años veinte, realizando un verdadero acto de canto y performance con un manejo impecable de la voz que contrastaba con el caos frenético que demandan obras como Mírrota o Dix.



En verdad siempre fue un placer poder estar en un concierto del grupo y descubir una atmósfera llena de misticismo con la que me identifiqué de inmediato. Durante toda mi vida como universitario estuve familiarizado con los eventos relacionados con la banda, incluyendo aquellos en los que Rita se involucraba de forma ejemplar y con total responsabilidad social como en los conciertos masivos que se organizaban en la explanada de Rectoría de la UNAM y en donde el boleto de entrada era un kilo de granos o semillas que la propia Rita Guerrero y una nutrida caravana de estudiantes llevaban con mucho esfuerzo hasta las comunidades marginadas de Chiapas.

Estoy hablando de una mujer con unas cualidades únicas, no solamente artísticas, sino
humanas; de una sensibilidad social y estética que con el tiempo le valió y le valdrá el cariño y admiración de todos los que alguna vez la vimos en un concierto, en un evento cultural o incluso en televisión porque, además, durante algún tiempo fue la conductora de La materia de los sueños, un ameno programa de divulgación científica producido por el Canal 22 (el canal cultural más importante del país).

INTRO Y FRAGMENTO DEL PROGRAMA (LA RÚBRICA DEL PROGRAMA ES AJUSCO NEVADO DE SANTA SABINA)


Rita Guerrero tenía una especial afición y conocimiento de la música antigua que se materializó en un proyecto conocido como el Ensamble Galileo, un conjunto de música barroca y alterno a su participación en Santa Sabina. También fue la responsable de dirigir al Coro de la Universidad del Claustro de Sor Juana que tras su muerte y en forma de homenaje cambió su nombre al de Coro Virreinal Rita Guerrero.

RITA Y EL ENSAMBLE GALILEO


Después de que se hiciera pública la situación de salud de Rita, un grupo de músicos lanzó una gran convocatoria para realizar un concierto en donde el dinero recaudado sería destinado a cubrir los gastos del tratamiento. La respuesta fue enorme y concluyó en un espectáculo que se conoció como Rita en el corazón. Rita Guerrero falleció el 11 de marzo de 2011 y su cuerpo fue acompañado hasta el final por amigos y seguidores en el edificio principal del Claustro de Sor Juana en donde se realizó un homenaje de cuerpo presente.

LOS AMIGOS DE RITA TOCANDO SONES JAROCHOS DURANTE EL HOMENAJE EN EL CLAUSTRO


Jordi Soler publicó desde Barcelona una carta en memoria de Rita en donde la recuerda de una manera más personal por la gran amistad que guardaron durante mucho tiempo y desde que el escritor mexicano-catalán era parte del proyecto radiofónico de Rock 101:


“Rita querida: hoy he despertado con la noticia de tu muerte. No puedo creerlo, estoy muy lejos, a un océano completo de distancia y tengo que decirte que, como diría aquel poeta que nos gustaba mucho, “por doler me duele hasta el aliento.

En Barcelona no para de llover y yo no dejo de pensar en ti; te recuerdo en el LUCC, hace más de veinte años, en un concierto al que entré porque alguien me había dicho que era imprescindible ver a Santa Sabina, y lo que vi esa noche me conmovió profundamente, los músicos eran estupendos, pero tú eras lo nunca visto; cantabas y te movías por el escenario con un talento y una energía, con esa rabiosa electricidad que muy pronto puso a la ciudad de México a tus pies.

Luego nos hicimos amigos, con una fórmula que ahora me parece el principio de todo; te subiste a mi coche, apenas nos conocíamos, y te pregunté a donde querías ir, y tú me respondiste: a dónde me lleves. Recuerdo nuestras largas conversaciones sobre música que terminaban siempre junto al tocadiscos analizando el bajo diabólico de John Paul Jones, o escuchando una y otra vez las piezas medievales de Montserrat Figueras, o los hits de rompe y razga de Germaín y sus Ángeles Negros. O los Kafka y los Yourcenar y los Bataille que nos íbamos pasando o nuestro deslumbramiento con aquella novela de Javier Marías que tenía aquel episodio en La Habana que tanto nos gustaba. O nuestras expediciones a la cineteca o a la filmoteca de la UNAM buscando la luz de nuestro ídolo Andrei Tarkovsky; y todo aquello metido en una interminable conversación que empezaba en tu casa en el Centro, y pasaba por restaurantes y cantinas, y a veces llegaba hasta la madrugada en uno de esos antros siniestros que nos causaban una morbosa fascinación.

Quiero decir que te recuerdo, viva como nadie, te veo moviendo cielo y tierra para que nos prestaran el estadio de la UNAM, donde montamos aquel concierto enorme para ayudar a los Zapatistas; metimos todo el dinero que ganamos en tu bolsa y fuimos a la Unidad Francisco Villa, que se había convertido en campamento militar; me acuerdo de nuestro desconcierto mientras caminábamos entre esa densa multitud de soldados indígenas que nos miraban con recelo y agradecimiento, y nunca voy a olvidar tu cara de felicidad cuando le diste al comandante Tacho aquella bolsa inmensa de dinero.

Recuerdo tus clases de canto con aquella maestra y esas modificaciones milimétricas que a fuerza de ejercicios le ibas haciendo a tu voz, esa voz inolvidable, esa voz que nos ponía la carne de gallina, esa voz ante la cual latíamos todos como un solo corazón, esa voz que eras tu. Te deseo lo mejor allá donde estés. Ya sabes lo mucho que te quiero. Jordi.”

DESCANSE EN PAZ RITA GUERRERO

Comments (0)

Publicar un comentario